El municipio de Cametá se encuentra al norte del estado de Pará, al norte de Brasil, en la cuenca amazónica. Se localiza en las márgenes del río Tocantins afluente del Río Amazonas.
Su clima es ecuatorial, con medias térmicas entre 24 y 26º C. Tiene a demás un alto índice pluviométrico que llega a alcanzar los 526mm en el mes de mayo. Como toda la cuenca amazónica, el municipio se encuentra surcado por ríos que son sus vías de comunicación.
El municipio tiene 3108 Km de superficie y una población de 97.624 habitantes. Es una ciudad con características rurales, siendo la mayoría de su población oriunda del medio rural que por problemas de superviencia en el interior de la selva se trasladan a la ciudad formando barrios nuevos en la ciudad y grandes bolsas de pobreza.
De esos 97.624 habitantes, 77.120 personas tienen menos de 30 años, lo que representa un altísimo porcentaje de población joven. La mayor parte de la población es descendiente de los antiguos indígenas del amazonas. Una pequeña parte de la población tiene sangre portuguesa. En realidad el mestizaje de indio, negro y blanco es lo que predomina ( 90%)
Según la publicación “Desenvolvimiento Humano y Condiciones de vida: Indicadores brasileños”, emitida por el PNUD (Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo), junto con el IBGE (Instituto brasileño de estadística), el Índice de Desarrollo Humano (IDH) es de un 0,454, lo que está muy por debajo de la media del índice del estado de Pará 0,657 y del país 0,781.
La esperanza de vida al nacer (en años) es de 61,58 y la tasa de mortalidad infantil (por mil) es todavía alta 50,19.
Continuando con este mismo informe, el Índice de condiciones de vida es de 0,461 cuando el índice del país es de 0,723. El dato se agrava si tenemos en cuenta el porcentaje de personas con renta insuficiente que es de un 72,62%, siendo la media del estado de 61,89%. En general el IDH-M Renta para el país es de 0,942 y Cametá presenta un 0,312.
La pobreza se manifiesta en el dato de que el 87% de la población es pobre, muy pobre o en situación de pobreza absoluta. La mayor parte de la población vive de la extracción de madera para grandes empresas madereras, de las semillas oleaginosas y del caucho, pesca y pequeñas explotaciones agrícolas, las cuales son actividades de bajísima rentabilidad. La estructura agraria es altamente concentrada y los trabajadores rurales de la región no tienen , en general, acceso a la tierra.
Las precarias condiciones, en lo que a infraestructuras se refiere, no ayudan a mejorar esta situación. La energía eléctrica aún no ha llegado a muchas comunidades rurales del municipio y mucho menos el teléfono. El agua que es el recurso más abundante está vedado para la gran parte de la población, que carece de agua potable y corriente en las casas.
El transporte de personas y mercancías es a través de los ríos, por lo que es lenta y en ocasiones peligrosa. En barco, el viaje hasta la capital del estado (lugar de referencia para asuntos administrativos, problemas graves de salud, para la formación universitaria, intercambio de mercancías) demora unas diez horas. En los últimos años se está implantando el transporte aéreo, pero por el momento resulta inaccesible para la mayor parte de la población.
Existe aunque no esté contabilizado oficialmente un alto índice de desempleo, según el Sindicato dos Trabalhadores da Construçao Mobiliaria de la región de Cametá más de 2400 trabajadores fueron despedidos y más de 5000 del sector maderero, sin ninguna cobertura social. El empleo en condiciones precarias, es abundante y aún se dan casos de esclavitud por deudas.
En el campo de la educación, según el citado informe del PNUD, el porcentaje de población del municipio de más de 25 años con menos de cuatro años de estudio es del 81,0% frente al 24,8% de la capital. La tasa de analfabetismo de la población de más de 15 años es del 40.3%. Siendo uno de los más altos del estado y del país, como lo es el porcentaje de niños entre siete y catorce años que no frecuentan la escuela: 45,9%. La calidad de la enseñanza favorece esos datos, los niños sólo están en la escuela tres horas al día y muchos de los maestros son habilitados tras concluir el primer grado, es decir, sexto curso de primaria. El transporte en canoa del alumno a la escuela, en el interior, agrava aún más la evasión del sistema escolar. El sistema tampoco está estructurado para ofrecer una formación profesional que ofrezca una alternativa.
En cuanto a la salud, la situación es crítica. Las unidades de salud no tienen capacidad para atender a la población, no sólo por la falta de personal cualificado, sino también por la falta de equipamientos, medicinas....La ciudad cuenta con 3 pequeños hospitales con 195 camas, dos ambulatorios y un puesto de salud, para más de 97.000 personas.
La cuestión Ambiental, también ofrece aspectos para ser destacados, por la acción devastadora del hombre, sea por la práctica de las quemas, sea por la trasformación de selva en pastizales o por la acción destructiva de las madereras que prácticamente acaban con las riquezas forestales con la extracción abusiva de madera de ley.
Su clima es ecuatorial, con medias térmicas entre 24 y 26º C. Tiene a demás un alto índice pluviométrico que llega a alcanzar los 526mm en el mes de mayo. Como toda la cuenca amazónica, el municipio se encuentra surcado por ríos que son sus vías de comunicación.
El municipio tiene 3108 Km de superficie y una población de 97.624 habitantes. Es una ciudad con características rurales, siendo la mayoría de su población oriunda del medio rural que por problemas de superviencia en el interior de la selva se trasladan a la ciudad formando barrios nuevos en la ciudad y grandes bolsas de pobreza.
De esos 97.624 habitantes, 77.120 personas tienen menos de 30 años, lo que representa un altísimo porcentaje de población joven. La mayor parte de la población es descendiente de los antiguos indígenas del amazonas. Una pequeña parte de la población tiene sangre portuguesa. En realidad el mestizaje de indio, negro y blanco es lo que predomina ( 90%)
Según la publicación “Desenvolvimiento Humano y Condiciones de vida: Indicadores brasileños”, emitida por el PNUD (Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo), junto con el IBGE (Instituto brasileño de estadística), el Índice de Desarrollo Humano (IDH) es de un 0,454, lo que está muy por debajo de la media del índice del estado de Pará 0,657 y del país 0,781.
La esperanza de vida al nacer (en años) es de 61,58 y la tasa de mortalidad infantil (por mil) es todavía alta 50,19.
Continuando con este mismo informe, el Índice de condiciones de vida es de 0,461 cuando el índice del país es de 0,723. El dato se agrava si tenemos en cuenta el porcentaje de personas con renta insuficiente que es de un 72,62%, siendo la media del estado de 61,89%. En general el IDH-M Renta para el país es de 0,942 y Cametá presenta un 0,312.
La pobreza se manifiesta en el dato de que el 87% de la población es pobre, muy pobre o en situación de pobreza absoluta. La mayor parte de la población vive de la extracción de madera para grandes empresas madereras, de las semillas oleaginosas y del caucho, pesca y pequeñas explotaciones agrícolas, las cuales son actividades de bajísima rentabilidad. La estructura agraria es altamente concentrada y los trabajadores rurales de la región no tienen , en general, acceso a la tierra.
Las precarias condiciones, en lo que a infraestructuras se refiere, no ayudan a mejorar esta situación. La energía eléctrica aún no ha llegado a muchas comunidades rurales del municipio y mucho menos el teléfono. El agua que es el recurso más abundante está vedado para la gran parte de la población, que carece de agua potable y corriente en las casas.
El transporte de personas y mercancías es a través de los ríos, por lo que es lenta y en ocasiones peligrosa. En barco, el viaje hasta la capital del estado (lugar de referencia para asuntos administrativos, problemas graves de salud, para la formación universitaria, intercambio de mercancías) demora unas diez horas. En los últimos años se está implantando el transporte aéreo, pero por el momento resulta inaccesible para la mayor parte de la población.
Existe aunque no esté contabilizado oficialmente un alto índice de desempleo, según el Sindicato dos Trabalhadores da Construçao Mobiliaria de la región de Cametá más de 2400 trabajadores fueron despedidos y más de 5000 del sector maderero, sin ninguna cobertura social. El empleo en condiciones precarias, es abundante y aún se dan casos de esclavitud por deudas.
En el campo de la educación, según el citado informe del PNUD, el porcentaje de población del municipio de más de 25 años con menos de cuatro años de estudio es del 81,0% frente al 24,8% de la capital. La tasa de analfabetismo de la población de más de 15 años es del 40.3%. Siendo uno de los más altos del estado y del país, como lo es el porcentaje de niños entre siete y catorce años que no frecuentan la escuela: 45,9%. La calidad de la enseñanza favorece esos datos, los niños sólo están en la escuela tres horas al día y muchos de los maestros son habilitados tras concluir el primer grado, es decir, sexto curso de primaria. El transporte en canoa del alumno a la escuela, en el interior, agrava aún más la evasión del sistema escolar. El sistema tampoco está estructurado para ofrecer una formación profesional que ofrezca una alternativa.
En cuanto a la salud, la situación es crítica. Las unidades de salud no tienen capacidad para atender a la población, no sólo por la falta de personal cualificado, sino también por la falta de equipamientos, medicinas....La ciudad cuenta con 3 pequeños hospitales con 195 camas, dos ambulatorios y un puesto de salud, para más de 97.000 personas.
La cuestión Ambiental, también ofrece aspectos para ser destacados, por la acción devastadora del hombre, sea por la práctica de las quemas, sea por la trasformación de selva en pastizales o por la acción destructiva de las madereras que prácticamente acaban con las riquezas forestales con la extracción abusiva de madera de ley.
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